martes, 27 de septiembre de 2011

Sobre la 43 Feria del Libro Aguascalientes (I)

Buenas noches, mundo.

Después de alborotarme tanto en Twitter el sábado pasado, paso aquí a explicar el por qué. Sí, porque a veces su servidora es buena y explica con lujo de detalles (quizá con demasiado lujo de detalles)...

El sábado pasado, inició la Feria del Libro Aguascalientes en su edición número 43, y he de decir que, aún cuando suene mal (los de México quizá entiendan de qué hablo), esperaba el fin de septiembre para esto. Sí, quería que el bendito Mes Patrio fuera agonizando para gozar de ir a un sitio inundado de puestos (me niego a decirles "stands", ¡hablo español, por Dios!) donde se ofrecen decenas, centenas y hasta millares de libros que abarcan todos los temas y todos los gustos.

Lo sé, justo ahora deben estar pensando que estoy completamente obsesionada con los libros. Pues sí, en ocasiones me pongo así. Fue duro no gastarse el sábado todo el dinero que traía en libros. Pero claro, no suelo fijarme en el precio cuando compro... O quizá sí, pero para calcular cuánto puedo gastar. ¡Eh, que soy contadora! Si no hiciera esos intentos de presupuesto, se me caería la cara de vergüenza.

Bueno, a lo que iba. El sábado salí del trabajo pensando en una junta que tuve, en unos cambios que vendrán, pero de todas formas, el plan no cambiaba: iría a la Feria del Libro, era el primer día y después de unos años, volvía a su sede original, la Casa de la Cultura de la ciudad. ¡Ah! Porque en los últimos... ¿qué, cuatro, cinco años? La feria se hacía en un conocido museo interactivo y a mí me quedaba muy lejos, pero ya no. Aunque olvidaba que solamente había entrado una vez a la Casa de la Cultura anteriormente.

¿Eso a qué viene? Sencillo, ¡casi me pierdo dos veces! Al entrar, me dieron un folleto y una calcomanía roja con la leyenda "43 Feria del Libro Aguascalientes" (el lema de esta feria es "Te esperamos con los libros abiertos", ¿verdad que es lindo?). Di vuelta a la derecha viendo puestos, luego a la izquierda, luego a la derecha y... Bueno, tendría que colocar aquí el croquis de ese sitio que trae el folleto, creo que solo así comprenderían por qué casi me pierdo. Es un sitio bonito, pero si vas sola, debes prestar mucha atención en el camino.

Como sea, yo miraba por todos lados con dos ideas en mente: "Tengo que encontrar la trilogía de Los Juegos del Hambre" y "Tengo que hallar libros buenos para cumplir con mi desafío". Sí, directa al grano. Lo bueno es que uno de los primeros puestos que vi fue el de la Librería Gandhi (que por cierto, no tiene sucursal en Aguascalientes... Lástima). ¡Y allí estaban! Ordenaditos y todo, como esperando que los tomara juntos para irse a casa conmigo: Los Juegos del Hambre, En Llamas y Sinsajo. Me brillaron los ojos incluso cuando vi el precio de los tres e hice el cálculo de mi futuro despilfarro.

Pero claro, yo quería verlo todo, así que mientras seguía planeando el gasto que haría, salí de allí y acabé de recorrer la feria. Repito, había libros para todos los gustos (su servidora confiesa que huyó cobardemente ante los libros de leyes fiscales y actualizaciones de normas contables). Al final, ninguna otra editorial estaba ofreciendo la trilogía y regresé al puesto de Gandhi. Allí tomé los libros, una peli de Hayao Miyazaki (El Castillo Vagabundo, que llevaba buscando desde hace meses) y fui feliz. Tras esas compras, el resto de lo que conseguí (copias de las barajas de tarot de Rider Waite y de Marsella y Alicia a través del espejo) parecieron poca cosa, aunque no lo eran.

Así, salí de allí con una sonrisa disimulada (no quería espantar a nadie sacando a la luz mi lado friki, aunque pudo ser divertido). Pero claro, yo tenía una compra pendiente, la siguiente parte de Oscuros (para más señas, ir a la entrada de mi blog que habla del desafío "Lee tu nombre"). Pero no la vi en la feria (cosa rara, la verdad), así que fui a conseguirla a la librería de una tienda que mi hermana apoda "Sangrons" y que seguro muchos adivinan cuál es (mi hermanita a veces tiene unas puntadas excelentes, lo reconozco).

Y nada, que así me pasé casi dos horas y media de mi sábado (soy lenta en eso de curiosear, más si es en un sitio lleno de cosas que me gustan), ¡y lo que falta! Porque si por algo esta es la primera entrada sobre la feria, es que pienso ir otra vez. El próximo sábado, para más señas. Y todo porque ese día, como dije en Twitter, es mi santo (y aquí su servidora se arrepiente terriblemente de presumir ese dato, pero ya qué...).

Quiero volver a la feria por distintos motivos: quizá compre la trilogía de Memorias de Idhún (sí, también estaba en el puesto de la Librería Gandhi), aún cuando esté un poco cara para mi presupuesto (el primer ejemplar cuesta más de trescientos pesos y eso acá es considerable, ¡pero eran ejemplares de pasta dura!), o El Castillo Vagabundo y su secuela (ahora mismo, Nea Poulain debe estar queriendo comprar el primero por la peli de Hayao Miyazaki), aunque debo decir que se me hicieron exageradamente caros para su tamaño, pero si son tan buenos como lo pintan, quizá valgan la pena. Ah, y pienso ir acompañada de mi hermana y su marido; ellos dicen no tener dinero para comprar algo, y quizá, si tengo ganas y dinero, les compre algo. Por esa clase de cosas no sé si soy muy buena o muy mensa. Pero qué se le va a hacer...

En fin, espero que la estén pasando muy bien. Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

P.D. Esta entrada significa algo para mí. Es la número 26. Y quien me conozca, adivinará por qué ese número me es especial.

2 comentarios:

  1. Antes los tres costaban 300 solamente, pero después les subieron un poco D: Lo de Memorias de Idhún. PERO COMPRALOS que valen la pena. Las Ediciones on de lo mejor y la trilogía están MUY MUY bien.

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  2. ¡Oh! yo quiero la trilogía de los Juegos del Hambre **... Jejejeje, espero disfrutes mucho de la feria :D.

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