miércoles, 25 de enero de 2012

Describiendo a... (I)

Título: Tinísima.

Autor: Elena Poniatowska.

Sinopsis: Tina Modotti compartió sus cuarenta y seis años de vida con personajes hoy legendarios: Edward Weston, Diego Rivera, Xavier Guerrero, Julio Antonio Mella, Vittorio Vidali. Y vivió a fondo sus etapas: la liberación espiritual y sexual en la bohemia de San Francisco; la pasión de la fotografía; el México de los veintes que se abría al mundo, a la renovación artística y al protagonismo femenino; la militancia comunista y la inmersión en el estalinismo más rígido; el trabajo revolucionario en Alemania y la URSS, y luego la guerra de España como enfermera y organizadora; el regreso a México... (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Ediciones Era.

¿Qué les puedo decir? Aviso, estoy un poco influenciada porque el libro se me hizo eterno (tengo la culpa por elegir semejante "tabique" sin saber bien qué me iba a encontrar). Lo inicié el mes pasado, creyendo ingenuamente que con él podría completar mi desafío "Lee tu Nombre", pero que finalmente no fue así.

Ahora, pasando al texto, debo reconocer la labor de Poniatowska al investigar lo necesario sobre esa mujer, Tina Modotti, de quien nunca había oído hablar. Fue una persona de carne y hueso, que vivió como quiso, como creyó que debía, y al final termina de forma sencilla, mas no anónima. Pero me estoy adelantando.

La novela abarca casi dos décadas. No hay división de capítulos propiamente dicha, sino que cada "parte" se compone de pedazos reconocibles por medio de fechas. Inicia con un suceso en 1929, ¿recuerdan algo significativo en ese año? Yo lo primero que recuerdo es "la crisis del 29" (sí, esa que en Estados Unidos, precedió a la Segunda Guerra Mundial). El suceso en cuestión es el asesinato de Julio Antonio Mella, cubano que vino a México con el sueño de alentar una revolución en su país. Es decir, ¿cuántos libros inician con un asesinato con tintes políticos y luego, de buenas a primeras, culpan a la amante extranjera y bonita nomás porque sí? En casi ninguna, la verdad.

Luego, brinca hacia atrás, a 1923, narrando un poco de la vida de Mella hasta antes de llegar a México (y mucho antes de conocer a Tina, obvio). Se adelanta un poquito a 1926 (donde se conoce un poco la vida de Tina en común con Edward Weston, un fotógrafo) y regresa a 1929, a los tiempos después del asesinato de Mella, para de allí, seguir casi de forma ininterrumpida el destierro de Tina, su marcha a Europa, su llegada a la URSS (ahora extinta), sus trabajos de espía, su trabajo humanitario y organizativo en la guerra española contra Franco... Así nos la llevamos hasta llegar a 1942, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, que en México se sabía que existía, pero que no se sentía (físicamente, quiero decir); en ese año, por azares del destino, Tina vuelve a México, un país que amó con locura, pero al que ya no puede ver de la misma manera por el modo en que la sacó a patadas (es un decir, pero supongo que entienden lo que significa). Al final, se demuestra que no hay nada como estar tiesa para que intenten pisotearla a una (creo que eso podría considerarse spoiler, pero ya ni modo).

Tina fue fotógrafa, amante, fiestera, intento de artista, militante comunista, espía, enfermera... En fin, tantos años abarcados en el libro, ya se imaginarán la cantidad de cosas que le pasaron a la pobre mujer. En su juventud fue alegre, dinámica, atrevida; a través de sus experiencias se fue haciendo calladita, hermética, certera en sus opiniones, que no perdonaba fácilmente (esa impresión me dejó cuando, estando en contra de Trotsky, supo que su ex-amigo Diego Rivera ayudó a que México lo asilara). Conoció a personalidades de las que solamente había oído cosas y otras, que ni siquiera sé quiénes fueron o a qué se dedicaron.

Puedo recomendarlo, sí, a quien le interese saber la vida de alguien que se inmiscuyó en política, que vivió en varios países, que estuvo presente en acontecimientos memorables. Como mencioné, me fastidió el hecho de que leía páginas y páginas sin que percibiera un avance; sin embargo, eso no le quita mérito a la obra. Es un buen libro, interesante, atrayente y en ciertos puntos, inspirador para las mujeres no solamente de aquellos años, sino de la actualidad.

Cuídense muchos y nos leemos a la próxima.

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