sábado, 28 de abril de 2012

Tinta a la Carta XXII: Almuerzo en cuatro tiempos

~Aperitivo~
Clemencia
(Ignacio Manuel Altamirano)
Al decir esto, dos gruesas lágrimas rodaban por las mejillas de Fernando, y sus labios se agitaron un momento en un temblor convulsivo; pero él se apresuró a enjugarse los ojos y añadió sonriendo.
—Pero ¿qué hemos de hacer? “Puesto que ya es tarde para volver al pasado, pidamos a Dios para nosotros la paciencia y el reposo.” Mañana dormiré para siempre. Adiós, amigo mío.
Yo sofocaba mis gemidos. Le estreché en mis brazos y le dije tartamudeando.
—Usted merecía vivir y ser grande.

~Entrada~
El Valle de los Lobos (Crónicas de la Torre I)
(Laura Gallego García)
Dana alzó la cabeza para mirarle otra vez a los ojos.
—¿Tú crees que soy una bruja, Kai?
—Yo creo que tú eres Dana —respondió él sin dudar —Y no me importa lo demás.
Dana suspiró y se acurrucó junto a él, deseando con toda su alma poder abrazarlo, y tocar algo más que el aire cuando rozaba su imagen.
Kai adivinó lo que pensaba.
—Todo irá mejor a partir de ahora —le dijo, acariciándole el pelo con ternura —Te lo prometo.
Sin embargo, por una vez el muchacho se equivocaba.

~Plato Fuerte~
Un Mundo Feliz
(Aldous Huxley)
Mustafá Mond se inclinó hacia adelante, sacudiendo ante ellos el dedo extendido.
—Traten de imaginarse —dijo, y su voz les produjo un estremecimiento extraño en el diafragma —Traten de imaginarse lo que era tener una madre vivípara.
Otra vez la palabra obscena. Pero nadie pensó ahora en sonreír.
—Traten de imaginarse lo que significaba “vivir con la familia”.
Trataron, pero palmariamente sin el menor resultado.
—¿Y saben lo que era un hogar?
Denegaron con la cabeza.

~Postre~
El rey de los daños y perjuicios
(John Grisham)
—¿El jurado tiene el caso? —preguntó Clay Carter, prácticamente a gritos.
—No, tenía el caso. Terminó. Deliberaron tres horas y fallaron a favor de Goffman. Lo siento, Clay. Todo el mundo está estupefacto.
—Dime que es una mentira, Óscar.
—Ojalá fuera así. No sé qué ocurrió. Nadie lo sabe. Redding presentó un alegato final espectacular, pero yo observé a los miembros del jurado. Creí que Mooneyham los tenía en la bolsa.
—¿Dale Mooneyham perdió el caso?
—No cualquier caso, Clay. Perdió nuestro caso. Y yo habría apostado todo contra Goffman.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

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