sábado, 28 de julio de 2012

Tinta a la Carta XXXV: Cena en tres tiempos

~Entrada~
Janet (Huérfanas 1)
(V. C. Andrews)
—Está muy cansada, Celine —contestó Sanford por mí —Ha sido un día muy intenso, uno de los más intensos de su vida, me imagino.
Celine me escrutó con la mirada un momento y entonces sonrió.
—Sí, seguro que es eso. Ve a hacer tus deberes, querida, y después acuéstate temprano para estar bien guapa.
Me dieron permiso para retirarme y me fui a mi habitación. Me quedé un rato sentada ante el escritorio, contemplando el montón de lecturas que debía hacer. Tener una familia y un hogar nuevos no estaba resultando tan fácil como siempre había soñado que sería.

~Plato Fuerte~
El Abrazo de la Noche
(Sherrilyn Kenyon)
—Si tienes cosas qué hacer…
—¡No, no! —le contestó ella sin pérdida de tiempo —Quiero decir… que… esto… supongo que sería de muy mala educación dejarte aquí solo. Sobre todo teniendo en cuenta que no tengo televisor y que no tendrás nada que hacer —se humedeció los labios —Así que… ya que no puedes marcharte, ¿qué te apetece hacer durante el resto de la tarde?
—¿Sinceramente?
—Sí.
—Me encantaría hacerte el amor.

~Postre~
La Cuidad de los Huesos
(Michael Connelly)
Delacroix miró fijamente a Bosch.
—Arthur —musitó al fin.
—Sí, lo encontramos.
Sam Delacroix bajó la vista y dio la impresión de estar estudiando un recuerdo lejano. En su mirada había conocimiento. Bosch lo percibió.
—No parece muy entusiasmado para tratarse de un padre que no ha visto a su hijo por más de veinte años —comentó.
—Supongo que es porque sé que está muerto.

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

miércoles, 25 de julio de 2012

Describiendo a... (XXVI)

Título: El Laberinto de la Rosa (en el idioma original, The Rose Labyrinth).

Autor: Titania Hardie.

Sinopsis: Una madre lega en su testamento un misterioso escrito y una sencilla llave de plata al menor de los hermanos. La tradición familiar establece que dichos objetos pasen de madres a hijas, pero ella, al tener únicamente hijos varones, se devana los sesos durante las últimas semanas de su vida para decidir qué hacer con aquellas curiosas menudencias sin valor aparente que habían permanecido en el seno de la familia durante generaciones. [...] (Extracto de la contraportada blanda de mi ejemplar).

sábado, 21 de julio de 2012

Tinta a la Carta XXXIV: Merienda en cuatro tiempos

~Aperitivo~
La Leyenda del Rey Errante
(Laura Gallego García)
[…] Ya no le importaban para nada su palacio ni su reino; su única obsesión consistía en encontrar la pista de los tres ladrones, Masrur, Suaid y Hakim, su antiguo aprendiz y compañero. Pero no lo alimentaba el odio ni el deseo de venganza. Mientras cabalgaba hacia el interminable desierto, solo lo atormentaba el peso de la culpa y los remordimientos por haber fallado en lo que él consideraba su penitencia personal por el daño que había hecho al tejedor de alfombras, Hammad ibn al–Haddad: él era responsable de la existencia de aquella prodigiosa alfombra y debía, por tanto, evitar que cayera en malas manos…
Walid ibn Huyr, último rey de Kinda, espoleaba sin cesar su caballo mientras dejaba atrás su palacio en la ciudad de las siete torres, una noche sin luna, con todas las estrellas del universo brillando sobre el desierto y una sola idea martilleando en su cabeza: debía recuperar esa alfombra.
Debía recuperar esa alfombra.

~Entrada~
Tokio Blues (Norwegian Wood)
(Haruki Murakami)
[…] Todo era demasiado nítido, y yo nunca supe cómo moldearlo. El mapa más detallado puede no servirnos en algunas ocasiones por esa misma razón. Pero ahora lo sé. En definitiva –así lo creo–, lo único que puedo verter en este repertáculo imperfecto que es un texto son recuerdos imperfectos, pensamientos imperfectos. Y cuanto más ha ido palideciendo el recuerdo de Naoko, más capaz he sido de comprenderla. Ahora sé por qué me pidió que no la olvidara. Por supuesto, ella intuía que mi memoria la borraría algún día. Por eso me lo pidió: «¿Te acordarás siempre de que existo y de que he estado a tu lado?»
Este pensamiento me llena de una tristeza insoportable. Porque Naoko jamás me amó.

~Plato Fuerte~
Persuasión
(Jane Austen)
¡Anne Elliot, con todos sus títulos de familia, de belleza y de inteligencia, malograrse a los diecinueve años; comprometerse en un noviazgo con un joven que no tenía para abonarle a nadie más que a sí mismo, sin más esperanzas para alcanzar alguna distinción que los azares de una carrera de las más inciertas, y sin relaciones que le asegurasen un ulterior encumbramiento en aquella profesión! ¡Era un desatino que solo de pensarlo la horrorizaba! ¡Anne Elliot, tan joven, tan inexperta, atarse a un extraño sin posición ni fortuna, mejor dicho, hundirse por su culpa en un estado de dependencia extenuante, angustioso y devastador! No debía ser, si la intervención de la amistad y la autoridad de quien era para ella casi como una madre y que tenía sus derechos podía evitarlo.

~Postre~
Si hubiera espinas
(V. C. Andrews)
Me estremecí. ¿De qué diablos estaban hablando? ¿A qué abuela se referían?
—Sí —susurró, acercando los labios a la cara de él —Creo que tuve pesadillas cuando me tendí en el dormitorio después de bañarme. Ni siquiera recuerdo haber subido la escalera hasta aquí. No sé por qué vengo ni por qué bailo, a menos que esté perdiendo la cabeza. A veces tengo la intención de que soy ella, y entonces me odio.
—No, tú no eres ella, y mamá se halla a muchos kilómetros de aquí y no puede volver a hacernos daño. Virginia está a casi cinco mil kilómetros de aquí, y todo aquello pasó. Cuando te asalte alguna duda, piensa que si conseguimos sobrevivir a lo peor, ¿no es lógico que podamos soportar lo mejor?

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

miércoles, 18 de julio de 2012

Describiendo a... (XXV)

Título: Almacén de Antigüedades (en el idioma original, The Old Curiosity Shop)

Autor: Charles Dickens.

Sinopsis: [...] La pequeña Nell Trent vive con su abuelo, a quien asiste con devoción, en el triste ambiente de una tienda de antiguallas, donde su juventud contrasta con la polvorienta decadencia de los objetos que allí se guardan. El abuelo, reducido a la miseria por un yerno derrochador y por las exigencias del disoluto hermano de Nell, Fred, pide dinero prestado a Daniel Quilp y le incita secretamente al juego con la vana esperanza de rehacer una fortuna para bien de Nell. [...] (Extracto del prólogo de mi ejemplar).

sábado, 14 de julio de 2012

Tinta a la Carta XXXIII: Comida en cinco tiempos

~Aperitivo~
Memorias de Idhún II. Tríada.
(Laura Gallego García)
—Intenta no meter la pata, ¿de acuerdo? —murmuró Christian.
—Intenta tú no traicionarme —gruñó Jack.
Christian le dirigió una enigmática mirada.
—Puede que ya lo esté haciendo —dijo, y, dando un paso al frente, entró en el hexágono y desapareció en un destello de luz azulada.
Inquieto, Jack lo siguió.
El portal se los tragó a ambos y los envió al corazón de la Torre de Drackwen, mientras, varios pisos más abajo, un unicornio dormía profundamente, y un shek velaba su sueño desde las sombras.

~Entrada~
Rojo
(Ted Dekker)
—¿Cómo es posible eso? ¿Puede ocurrir algo así?
—No muy a menudo. No por tanto tiempo. Está durmiendo, de eso no hay duda. Mucha actividad cerebral. Pero cualquier cosa que esté pasando en esa cabeza no está caracterizada por algo que yo haya visto. A juzgar por los monitores, yo diría que está despierto.
—Creí haberle oído decir que se hallaba durmiendo.
—Lo está. Por tanto, ese es el problema.
—Iré en seguida. Manténgalo soñando.
El hombre colgó antes de que Brancroft pudiera corregirle.
Thomas Hunter no estaba soñando.

~Plato Fuerte~
La Mano del Muerto
(Alexandre Dumas padre)
—Aún se percibe, padre mío, en vuestra frente, el sello del sufrimiento espantoso de aquél que vio desaparecer todas sus más caras afecciones. ¡Vuestra esposa, vuestro hijo, vuestra hija como las flores arrancadas por el huracán! Aún me parece que esos labios murmuran vuestro último deseo, después de la larga narración de vuestra vida, en aquella misma noche en que recibí vuestro último suspiro. Vuestra voluntad será cumplida —continuó Benedetto, desligando las manos del cadáver y sacando del pecho su afilado puñal —Ya que mientras vivíais no ha podido vuestra diestra castigar el exceso de aquella venganza horrible, la mano del muerto abofeteará la mejilla de Edmond Dantés. ¡Terrible castigo!
Y al decir esto, Benedetto cortó de un golpe la enjuta mano del cadáver de su padre; guardóla con su puñal, y cerró enseguida el cajón […]

~Entremés~
El Laberinto de la Rosa
(Titania Hardie)
[…] «El mismo número de pasos adelante desde el principio», recordó que eso decía el texto de Will. Descubrió que había transcurrido prácticamente medio año –el periodo comprendido entre el equinoccio de otoño al de primavera– a partir de la fecha en que se realizó la operación que le salvó la vida. Estaba a mitad de camino de ese primer año crucial. Y estaba saliendo del centro del laberinto, preparada para caminar un número igual de pasos hacia el final del recorrido. «Nuestras dos almas son una». La voz de Alex estaba junto a ella, dentro de ella, otra vez. «Soy lo que soy, y lo que soy es lo que verás» (I am what I am, and what I am is what you will see).
Lucy comprendió las palabras escritas en la copia del pergamino: nuestros corazones son uno. Sus ojos se abrieron desmesuradamente. ¡Oh, Dios! Mi alfa y mi omega. Mi principio y mi fin.

~Postre~
Harry Potter y el Cáliz de Fuego
(J.K. Rowling)
—¡Estupendo! —dijo Dumbledore en voz alta […] —Bueno, ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que todos ustedes, incluyendo a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons, darán a sus respectivos campeones todo el apoyo que puedan. Al animarlos, contribuirán de forma muy significativa a…
Pero Dumbledore se calló de repente, y fue evidente para todo el mundo por qué se había interrumpido.
El fuego del cáliz había vuelto a ponerse de color rojo. Otra vez lanzaba chispas. Una larga lengua de fuego se elevó de repente en el aire y arrojó otro trozo de pergamino.
Dumbledore alargó la mano y lo atrapó. Lo extendió y miró el nombre que había escrito en él. Hubo una larga pausa, durante la cual Dumbledore contempló el trozo de pergamino que tenía en las manos, mientras el resto de la sala lo observaba. Finalmente, Dumbledore se aclaró la garganta y leyó en voz alta.
—Harry Potter.

Con mis agradecimientos a Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas de "Tinta a la Carta".

miércoles, 11 de julio de 2012

Describiendo a... (XXIV)

Título: Sepultura 13.

Autor: Manuel L. Alonso.

Sinopsis: Al principio, Flor pensó que la impresión de sentirse vigilada era solo fruto de su imaginación. Al cabo de los días, llegaron los lamentos, los ruidos, los portazos y la certeza de que no era la única inquilina de aquella casa. (De la contraportada de mi ejemplar).

sábado, 7 de julio de 2012

Tinta a la Carta XXXII: Almuerzo en cuatro tiempos

~Aperitivo~
En medio de la tormenta
(Ken Follett)
—Me ha ayudado muchísimo, gracias —parecía que había pasado mucho tiempo desde que Toni había tenido algo de suerte —¿Por casualidad habrá notado si falta otro automóvil, posiblemente el vehículo en el que huyeron?
—No, lo siento.
—Bueno, gracias de nuevo —colgó y miró a Steve —¡Encontré el vehículo en el que huyeron!
Él señaló la ventana con la cabeza.
—Y llegó el quitanieves.

~Entrada~
La llamada de los muertos (Crónicas de la Torre III)
(Laura Gallego García)
Dana no discutió. Salió del Templo sin Nombre y corrió por las calles de la Ciudad Olvidada, en busca de Kai, para regresar cuanto antes a la Torre, mientras en su mente seguía resonando la aterradora profecía del Oráculo:
«Uno de ellos será traicionado. Otro será tentado por el mal. Otro partirá en un peligroso viaje, tal vez sin retorno. Otro se consumirá en su propio fuego. Otro escuchará la llamada de los muertos. Cuando llegue el Momento, otro abrirá la Puerta. Otro de ellos, el más joven, entregará su propio aliento vital. Otro recuperará su verdadero cuerpo. Otro verá cumplida su venganza. Otro morirá entre horribles sufrimientos. Y todo ello, Señora de la Torre, para que el último de ellos cruce el Umbral y se haga inmortal.
Así, once son, y once forjarán su desgracia o su leyenda.»

~Plato Fuerte~
Cielo Ensangrentado
(Steve Hamilton)
Volví a mirar la fecha de la nota y retorné a enero de 1985. Ése fue mi año perdido, un año después que nos balearon a mi compañero y a mí, un año después de mi fracaso matrimonial y mi salida de la policía. Recordé el incendio, pero en forma vaga. Sólo se trataba de una noticia cualquiera en la primera plana de un periódico.
En el último párrafo se transcribía una lista larga. Busqué entre los nombres: encontré a Stephanie Gannon. Encontré a Melissa Saint Jean. Encontré a Brett Trembley, y a Barry Trembley. Todos tenían trece años.
Esta vez, cuando la miré, Helen carraspeó y comentó, desviando la vista.
—Ahora ya lo sabe.

~Postre~
Red de Engaños
(Glenn Meade)
—Estaba trabajando con un grupo especial de la DEA en el aeropuerto JFK esta mañana cuando arrestaron a la chica en Aduanas. Llegó en el vuelo de Aeroflot procedente de Moscú con un bebé de tres semanas muerto en los brazos. Le habían abierto y vuelto a coser la cavidad torácica. Patología encontró dos kilos y medio de heroína pura dentro del cuerpo de bebé.
Jennifer se puso pálida. Mark Ryan la miró.
—¿Te sientes bien?
—Sí, estoy bien. ¿Cuándo creen que murió el bebé?
—Hace unas dieciséis horas. Lo que significa que murió aproximadamente cuatro horas antes de que la mujer saliera de Moscú. […]

Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".

miércoles, 4 de julio de 2012

Describiendo a... (XXIII)

Título: La Emperatriz de los Etéreos.

Autor: Laura Gallego García.

Sinopsis: Bipa no cree en los cuentos de hadas. No le interesa nada más allá de las cuevas donde vive su gente. En cambio su amigo Aer, el hijo del extranjero, parece que cada vez se aleja más de la realidad y va dejándose absorber por el brillo de la estrella azul... donde dicen que vive la Emperatriz de los Etéreos. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

domingo, 1 de julio de 2012

Te reto (II): "Si lo compraste [...]"

¡Hola, hola, gente bonita! Hacía mucho que no me ponía a escribir algo como esto. De hecho, es la segunda vez que lo hago. En fin, veamos qué tal va.

¿De dónde salió la idea de esto? Pues bien, mis estimados incautos, como algunos se habrán enterado (más si vieron cierta foto que Bell sacó en Twitter), tengo un par de torrecillas de libros pendientes de leer. Y son muchísimos, no miento (para darse una idea de qué tan altas son las torrecillas, favor de leer "Y el librero de participantes es..."), así que me preguntaba cómo motivarme a disminuir semejante volumen de páginas en espera. Por lo tanto, me estoy auto-retando, pero si alguien más quiere hacerme compañía, le daré la bienvenida.



Lo sé, la imagen promocional no es lo más genial del planeta, pero vamos, lo mío no son las ilustraciones ni eso, creo que se han dado cuenta. Y quizá el reto no es de lo más original, pero como este es mío, lo haré como yo quiera y me convenga (Bell está un poco irritable últimamente, no se lo tomen a pecho).

Bases:
  1. Los libros enumerados deben haber sido adquiridos antes del reto.
  2. La mecánica será la siguiente: formar un conjunto de libros y comprometerse a no comprar ni un ejemplar nuevo hasta terminar dicho conjunto; la compra tras la lectura del conjunto es opcional.
  3. Si tienes una lectura iniciada al empezar el reto, puedes incluirla en el primer conjunto.
  4. Los conjuntos deben ser mínimo de tres libros; el máximo se deja a criterio de cada quién.
  5. Habrá dos modalidades de conjuntos: mixtos (formados por obras unitarias) y secuenciales (formados por los ejemplares de una saga).
  6. El mínimo y el máximo de los conjuntos será inamovible mientras dure el reto, a menos que la modalidad del conjunto en turno requiera lo contrario.
  7. El propósito es, al término del reto, tener como máximo de lecturas pendientes el número mínimo de los conjuntos armados. Ejemplo: si elijo el cuatro como mi mínimo para armar mis conjuntos, al finalizar el reto no deben quedarme más de cuatro libros pendientes.
  8. Así mismo, el máximo de nuevas adquisiciones al terminar cada conjunto no debe sobrepasar al número mínimo elegido para armar los conjuntos.
  9. La presentación de los conjuntos es libre, solo se pide que se dé a conocer título y autor escritos de manera correcta, por favor.
  10. El reto finalizará el 31 de diciembre de 2012.
  11. Cualquier duda o aclaración, favor de hacérmela saber y trataré de resolverla a la brevedad posible.
Muy bien, allí lo tienen. Supongo que luego crearé algo (otra entrada o quizá una página) para ir mostrando mi avance con este nuevo reto. En serio, debo reducir esa montaña de pendientes. El beneficio indirecto es que por "culpa" de esto, me voy a moderar con mis compras, ahorraré un poco (espero) y parte de ese dinero lo podré destinar al librero físico que tanto necesito y no poseo (Bell suelta una lagrimita por no tener librero en su cuarto). Yo inicio el reto el día de la publicación de la presente, por si alguien pensaba otra cosa, y lamento haber echado tanto rollo en las Bases, pero preferí dejar las cosas claras. Además, conociéndome, soy capaz de olvidar la mitad de las reglas del juego y no quiero dar mal ejemplo haciendo trampa (aunque sea trampa involuntaria).


Y como no, las reglas son también para aquellos valientes que se animen a hacerme segunda en esta aventura. Aquí colocaré el listado, pero vamos, no espero que sean muchos, aunque agradezco a quien se apunte, eso anima mucho.


Lunatica, de "Entre Letras y Café"

Ya, me despido, al menos por hoy. Cuídense mucho y nos leemos en otra ocasión.