sábado, 14 de julio de 2012

Tinta a la Carta XXXIII: Comida en cinco tiempos

~Aperitivo~
Memorias de Idhún II. Tríada.
(Laura Gallego García)
—Intenta no meter la pata, ¿de acuerdo? —murmuró Christian.
—Intenta tú no traicionarme —gruñó Jack.
Christian le dirigió una enigmática mirada.
—Puede que ya lo esté haciendo —dijo, y, dando un paso al frente, entró en el hexágono y desapareció en un destello de luz azulada.
Inquieto, Jack lo siguió.
El portal se los tragó a ambos y los envió al corazón de la Torre de Drackwen, mientras, varios pisos más abajo, un unicornio dormía profundamente, y un shek velaba su sueño desde las sombras.

~Entrada~
Rojo
(Ted Dekker)
—¿Cómo es posible eso? ¿Puede ocurrir algo así?
—No muy a menudo. No por tanto tiempo. Está durmiendo, de eso no hay duda. Mucha actividad cerebral. Pero cualquier cosa que esté pasando en esa cabeza no está caracterizada por algo que yo haya visto. A juzgar por los monitores, yo diría que está despierto.
—Creí haberle oído decir que se hallaba durmiendo.
—Lo está. Por tanto, ese es el problema.
—Iré en seguida. Manténgalo soñando.
El hombre colgó antes de que Brancroft pudiera corregirle.
Thomas Hunter no estaba soñando.

~Plato Fuerte~
La Mano del Muerto
(Alexandre Dumas padre)
—Aún se percibe, padre mío, en vuestra frente, el sello del sufrimiento espantoso de aquél que vio desaparecer todas sus más caras afecciones. ¡Vuestra esposa, vuestro hijo, vuestra hija como las flores arrancadas por el huracán! Aún me parece que esos labios murmuran vuestro último deseo, después de la larga narración de vuestra vida, en aquella misma noche en que recibí vuestro último suspiro. Vuestra voluntad será cumplida —continuó Benedetto, desligando las manos del cadáver y sacando del pecho su afilado puñal —Ya que mientras vivíais no ha podido vuestra diestra castigar el exceso de aquella venganza horrible, la mano del muerto abofeteará la mejilla de Edmond Dantés. ¡Terrible castigo!
Y al decir esto, Benedetto cortó de un golpe la enjuta mano del cadáver de su padre; guardóla con su puñal, y cerró enseguida el cajón […]

~Entremés~
El Laberinto de la Rosa
(Titania Hardie)
[…] «El mismo número de pasos adelante desde el principio», recordó que eso decía el texto de Will. Descubrió que había transcurrido prácticamente medio año –el periodo comprendido entre el equinoccio de otoño al de primavera– a partir de la fecha en que se realizó la operación que le salvó la vida. Estaba a mitad de camino de ese primer año crucial. Y estaba saliendo del centro del laberinto, preparada para caminar un número igual de pasos hacia el final del recorrido. «Nuestras dos almas son una». La voz de Alex estaba junto a ella, dentro de ella, otra vez. «Soy lo que soy, y lo que soy es lo que verás» (I am what I am, and what I am is what you will see).
Lucy comprendió las palabras escritas en la copia del pergamino: nuestros corazones son uno. Sus ojos se abrieron desmesuradamente. ¡Oh, Dios! Mi alfa y mi omega. Mi principio y mi fin.

~Postre~
Harry Potter y el Cáliz de Fuego
(J.K. Rowling)
—¡Estupendo! —dijo Dumbledore en voz alta […] —Bueno, ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que todos ustedes, incluyendo a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons, darán a sus respectivos campeones todo el apoyo que puedan. Al animarlos, contribuirán de forma muy significativa a…
Pero Dumbledore se calló de repente, y fue evidente para todo el mundo por qué se había interrumpido.
El fuego del cáliz había vuelto a ponerse de color rojo. Otra vez lanzaba chispas. Una larga lengua de fuego se elevó de repente en el aire y arrojó otro trozo de pergamino.
Dumbledore alargó la mano y lo atrapó. Lo extendió y miró el nombre que había escrito en él. Hubo una larga pausa, durante la cual Dumbledore contempló el trozo de pergamino que tenía en las manos, mientras el resto de la sala lo observaba. Finalmente, Dumbledore se aclaró la garganta y leyó en voz alta.
—Harry Potter.

Con mis agradecimientos a Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas de "Tinta a la Carta".

No hay comentarios:

Publicar un comentario