miércoles, 5 de septiembre de 2012

Describiendo a... (XXXII)

Título: Choque de Reyes (Canción de Hielo y Fuego II). (En el idioma original, A Clash of Kings).

Autor: George R. R. Martin.

Sinopsis: [...] Después de la sospechosa muerte de Robert Baratheon, el monarca de los Siete Reinos, su hijo Joffrey ha sido impuesto por la fuerza, aunque «quienes realmente gobiernan son su madre, un eunuco y un enano», como dice la voz del pueblo. Cuatro nobles se proclaman, a la vez, reyes legítimos, y las tierras de Poniente se estremecen entre guerras y traiciones. [...] (Tomado de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Random House Mondadori (a través de Plaza & Janés).

¿Qué les puedo decir? Esta es la segunda parte de la saga Canción de Hielo y Fuego, iniciada por Juego de Tronos. En México, comenzaron a salir las ediciones en español como insectos cuando levantas las piedras (sí, comparación medio drástica, pero así la sentí), lo que quizá estuvo influenciado porque una cadena televisiva sacó una serie basada en la primera novela y va para la segunda temporada (o eso tengo entendido, no la he visto y no está en mis planes inmediatos hacerlo). ¡Ah! Y tal como Juego de Tronos, Choque de Reyes es un libro de un precio considerablemente alto y larga extensión (o sea, es medio caro para el estándar de las novelas en México y es un verdadero "tabique"). Ahora sí, a lo que nos interesa.

El prólogo de esta entrega nos presenta un escenario nuevo, que ha sido nombrado en anteriores ocasiones: Rocadragón, donde se dice que vivió el iniciador de la anterior casa reinante en Poniente, un Targaryen. Allí, vamos de la mano de un maestre (hombre instruido en diversas disciplinas) y conocemos el ambiente en el cual viven Stannis Baratheon y los suyos. El maestre desconfía de alguien que ha llegado recientemente a la corte de Rocadragón, una mujer extranjera que proclama una fe distinta a la practicada allí, y él intenta detener sus intenciones que, si bien no las conoce, las intuye como incorrectas, por no decir malvadas. Pero resulta que el detenido es el maestre, y en extrañas circunstancias.

Así, pasamos a sumergirnos a lo sucedido tras los acontecimientos relatados en Juego de Tronos: Joffrey, hijo de Robert, es nombrado rey, con su madre como regente hasta que alcance la mayoría de edad. Los Siete Reinos han entrado en guerra, y mientras algunos buscan ocupar el Trono de Hierro (como los hermanos del difunto Robert, Stannis y Renly), otros buscan justicia (como Robb Stark, nombrado Rey en el Norte) y unos cuantos más simplemente quieren volver a la vida que tenían antes de la creación de los Siete Reinos (como Balon Greyjoy). Así, hay reyes por todas partes; no hay que olvidarnos, claro, de la última descendiente de la antigua casa reinante, Daenerys Targaryen, que ha encontrado un poco de la fuerza que, según ella, le permitirá recuperar lo que le corresponde por derecho. Y aún más: al otro lado del mítico Muro en el norte, se prepara una gran cantidad de gente dispuesta, ¿cómo no?, a ir a la guerra, por lo que la mermada Guardia de la Noche intentará defender los Siete Reinos, aún a costa de su vida.

Ah... Sé que con lo recién expuesto no quedan muchas cosas claras. No es mi intención andar divulgando los más importantes acontecimientos, es mi costumbre, pero tampoco es cuestión de hacerlos aterrizar en blanco sobre lo que encontrarán en Choque. Si en Juego se quedaron boquiabiertos por la forma de narrar, por la crudeza de ciertas escenas, por el drama vivido en determinados momentos e incluso se quebraron la cabeza intentando resolver unos misterios en particular, Choque no los decepcionará. Introduce un montón de cosas nuevas, sí, pero da fiel continuidad a Juego, así que no se siente una tan perdida... A menos que olvides el tiempo suficiente la forma de intercalar las perspectivas de los personajes, claro.

Igual que en Juego, cada capítulo es titulado con el personaje cuyo punto de vista se explorará. Para Choque, le decimos adiós a un personaje de Juego (no diré cuál, sería un spoiler tremendo e imperdonable, disculpen) y se introducen dos nuevos: Theon (Greyjoy, pupilo de Eddard Stark, heredero de las Islas de Hierro) y Davos (Seaworth, ex-contrabandista a las órdenes de Stannis Baratheon y apodado "El Caballero de la Cebolla"). Esto, creo yo, fue hecho por Martin con el fin de ofrecer un panorama más completo de la guerra en la que se está sumergiendo el territorio de los Siete Reinos, ya que no solamente tenemos dos bandos enfrentándose, sino varios. Así las cosas, si se sigue lo que cada personaje vive con la debida atención, podemos hacernos una idea de qué podría pasarle a dicho personaje... hasta que Martin hace una de las suyas y da un giro de ciento ochenta o hasta de trescientos sesenta grados a los acontecimientos. Lo digo en serio.

Cosa aparte: mi ejemplar de Choque, lo mismo que el de Juego, cuenta con anexos de las familias más importantes de los Siete Reinos y sí, un avance nada desdeñable de la siguiente novela, Tormenta de Espadas, que tiene mucho qué responder respecto a lo sucedido en sus antecesoras, y que seguramente, nos dejará nuevas preguntas que ojalá no tarden en ser respondidas, y si es en la cuarta parte (titulada Festín de Cuervos, a la venta en México en español desde finales de junio) o en la quinta (la última publicada hasta el momento, según sé, titulada Danza de Dragones y que está en librerías desde finales de agosto), mucho mejor, ¿no?

Aunque no hay que olvidar que a las tierras de Poniente, igual que las batallas, los embustes, los trucos y la muerte... Se Acerca el Invierno.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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