martes, 30 de octubre de 2012

Bitácora de unas vacaciones anheladas

¡Hola, hola! Sí, que debería estar sacando otra cosa... Otras cosas, a decir verdad (Bell rueda los ojos, ella solita se entiende). Pero vamos, hoy hace una semana que terminaron mis ansiadas, buscadas, rebuscadas y condenadísimas vacaciones laborales, ¡cuatro días sin trabajar! (Aquí Bell sonríe como boba mientras los lectores fingen que no se dan cuenta de nada). Y aunque al principio parecía que también para eso tendría mala suerte (cosas del &/%$# jefe que tiene Bell), pues me largué feliz y contenta.

Así las cosas, merecen un recuento de los acontecimientos, ¡faltaba más! En esta ocasión, sí pude dar algunos detalles por Twitter en tiempo real, pero acá podrán leer la "versión expandida". Espero que lo disfruten, aunque llegue con una semana de retraso, y acomódense porque va para largo.

Bitácora del 19 al 23 de octubre de 2012.
Evento: Excursión al Distrito Federal.
Estatus de la excursión: terminada.
Participantes en los acontecimientos: Su servidora, la hermana y la madre de ésta (frecuentemente apodadas La Bruja y La Doña).

Viernes, 8 AM aproximadamente: Despertaba. Sí, mi madre es una tirana (en ocasiones como esta) y me gritó para que recogiera los dormitorios, y luego nos pusimos a lavar la ropa.

Viernes, 12:30 PM aproximadamente: terminamos de lavar y tender la ropa. Y entre una cosa y otra, leí parte de Danza (Danza de Dragones). ¡Tres capítulos! Considerando lo que llevaba leyendo ese tabique, era un gran avance para mí.

Viernes, 3 PM aproximadamente: Acabando de hacer las maletas, guardando cosas de último minuto, como a Stark (mi laptop nueva), que iba bien acomodada en Targaryen (la bolsa-maletín que compré para ella). Aunque antes logré hallar en internet un enlace para descargar todo el disco Bueninvento de Julieta Venegas (desde cuándo quería oírlo y nomás no se me hacía).

Viernes, 4:30 PM aproximadamente: Haciendo de comer. Me sorprendí al preguntarme cuándo fue la última vez que cociné... y no me acordé, pues de lunes a viernes como en el trabajo y los sábados y domingos no se cocina en mi casa (más cuando mis padres se van de parranda). Preparé sopa de coditos y carne empanizada.

Viernes, 8 PM aproximadamente: Me pinté las uñas. Sí, incluso para eso nunca tenía tiempo, o cuando podía, era el día anterior a lavar ropa y así no tenía chiste. Mientras me aplicaba capas de base, color, craquelado y transparente, seguía leyendo Danza.

Viernes, 10 PM aproximadamente: Saliendo de mi casa. Sentía raro al pensar que no dormiría en mi cama por unos días. Y en que por fin, ¡por fin!, estaba viajando después de un montón de tiempo. Por Twitter (conectándome en mi cel) acababa de bautizar al teclado numérico que uso para ciertos sígnos en Word: Nieve. Sí, mi pobre teclado es un "bastardo", jajajaja...

Viernes, 11:30 PM aproximadamente: Después de encontrarnos con mi hermana, nos trepamos al camión. Tomé medicamento contra el mareo (Bell hace una mueca) y seguí leyendo Danza. Cabe destacar que la Bruja protestó, lo que no comprendo, si la que cargaba con la "Biblia" (como ella llamó a mi ejemplar de Danza) era yo.

Sábado, 7:45 AM aproximadamente: Bajamos del autobús en la calle República de Bolivia y de allí, unas dos cuadras hasta el hotel Azores, en República de Brasil. Pero al llegar no tenían cuarto disponible, así que encargamos las maletas, nos dimos una manita de gato, mi madre bien lanzada preguntó cómo ir a La Villa y nos arrastró a la calle. Por cierto, medio dormir en un camión es espantoso. No sé cómo hay gente que puede hacerlo, ¡que pase el tip!

Sábado, 7:55 AM aproximadamente: Me subí a un microbús capitalino por primera vez en mi caótica vida, ¿pueden creerlo? Quizá para muchos no sea la gran cosa, pero para mí sí, es de esos pequeños detalles que hacen un viaje más entretenido. Esos autobuses urbanos le hacen honor al nombre, tienen como la mitad de espacio de los de mi ciudad, jajajaja...

Sábado; 8:55 AM aproximadamente: Escuchamos media misa en la Basílica de Guadalupe (otra vez, es mi destino no escuchar una misa completa, ¿verdad?) y a la salida, por fin pude acercarme al reloj astronómico que hay por allí. Juro que no sabía que existía hasta ese momento. Incluso me tomé fotos allí, aunque la Doña no me dejó leer a gusto la información (ya saben, Bell leyendo es feliz).

Sábado, 9 AM aproximadamente: Desayunando. Sándwiches de ensalada de atún y refresco. Y fue desayuno porque no habíamos comido nada, lo juro. Mi hermana no pudo acabarse su parte, me sorprende. Yo sí acabé, aunque bueno, tenía ganas de un café, para acabar de despertar...

Sábado, 10 AM aproximadamente: Yendo a la parada de la micro para regresar al hotel, mientras reviso Twitter y sigo ultimando detalles porque... ¡posiblemente conocería a Nea! (Si alguien no sabe quién es Nea, ¿en qué planeta viven? Visiten Divagaciones de una Poulain y se quitan las dudas de encima).

Sábado, 10:30 AM aproximadamente: En micro de nuevo, pero esta vez nos tocó llena. Mi hermana y yo nos acordamos de nuestros días de escuela, porque hacía un montón de tiempo que no abordábamos un camión tan lleno... Curioso, nos divertimos, aunque luego no hallamos asiento sino hasta el final de la micro.

Sábado, 11 AM aproximadamente: Bajamos cerca de la calle República de Argentina. ¡Dioses, el suplicio! Para mí, que quería llegar al hotel a ver si ya tenían cuarto, pero no tuve suerte: mi madre y mi hermana se pusieron a comprar chácharas que la segunda vendería en Aguas, y yo me sentía más aburrida que una ostra en la costa (Bell rueda los ojos por semejante comparación).

Sábado, entre 11:40 AM y 12:30 PM: Esperando cuarto. Diantres, estaba tan aburrida y cansada que me estaba durmiendo. Ni siquiera tenía Danza a la mano para distraerme (estaba guardado en Targaryen y la dejé encargada al ir a La Villa). No lo hice porque me conecté a internet con mi cel y por cotorrear un rato con mi madre y mi hermana.

Sábado, entre 1:20 y 2:30 PM: Fui con mi hermana al Zócalo, donde había Feria del Libro (Bell sonríe como boba). Conocí a Nea (Bell se emociona cual niña pequeña) y aunque ella tuvo que irse pronto, yo seguí dando una vuelta, compré libros (¿cuándo no?) e incluso le compré algo a mi hermana (digo, aprovechando la ocasión que su cumpleaños fue en agosto y no le di nada).

Sábado, 4:50 PM aproximadamente: Descansé, organicé mis compras (Carrie, la trilogía de El dador y Zombis Rubias), le platicamos a mi madre todo lo que vimos, nos dimos un baño... ¡Eh, y la convencimos de ir a dar otra vuelta! Eso por describirles unos helados servidos en su fruta (lo explico más adelante) y unas bolsas de Mafalda grandes y padres.

Sábado, 7 PM aproximadamente: Ya en el Zócalo, tuvimos que formarnos para comprar los famosos helados, su servidora uno de manzana, ¡en una manzana! Y mi madre quiso de piña... Adivinaron: estaba servido en media piña, pero cortada a lo largo, no a lo ancho (como cuando te sirven una bebida). No sé cómo, pero se lo acabaron entre ella y mi hermana. Yo feliz de la vida con la manzanita rellena de helado, jajajaja... Y hallamos las bolsas de Mafalda, me compré una donde la famosa niñita anti-sopa lee el periódico y mi madre, una donde se pregunta cómo se pegará una curita en el ánimo (o algo así). Y mi hermana consiguió una bolsita tipo monedero donde Mafalda, a regañadientes, se come la sopa, jajajaja...

Sábado, 8:20 PM aproximadamente: Usando a Stark (esta vez sí me conecté al internet del hotel a la primera), queriendo pasar fotos pero mi madre se equivocó de cable USB y no pude. Renegué un montón, más por no poder compartir las dos fotos que me tomé con Nea, pruebas de nuestro breve encuentro (Bell rueda los ojos).

Sábado, 8:35 PM aproximadamente: Me puse a leer fics. Sí, me llegó aviso de la actualización de uno de Cris Snape (aquí Bell hace publicidad descarada) que hacía un montón que estaba esperando, pero me apuraban. ¡Sí, la Bruja y la Doña querían usar a MI Stark! Malvadas...

Domingo, entre 8:35 y 9 AM: Mi madre gritando que nos levantemos, ¿pueden creerlo? Después de dormir (finalmente) en una cama y estar tan a gusto... Eso no es de Dios, no, señor, quería seguir durmiendo, pero también comprendí que si estaba de vacaciones en otra ciudad, debía aprovechar. Ni modo... Lo chistoso fue que mi hermana se despertara gritando cosas contra su marido, porque según ella, soñó que la hacía enojar. Si por eso soy como soy, con esos parientes... (Bell rueda los ojos).

Domingo, 10:20 AM aproximadamente: Ordenando uno de esos desayunos en "paquete" en el restaurante del hotel. El mío era con hot cakes, tocino y jamón (?); jugo de naranja, chocolate calientito... (aquí Bell causa que varias personas babeen). Y claro, platicando un montón sobre lo que haremos en el día.

Domingo, entre 11:30 AM y 12 PM: Entramos a Bellas Artes. ¡Al mismísmo Palacio de Bellas Artes, demonios! (Bell sonríe como boba). No pudimos entrar a una sala de concierto ni nada de eso, pero vamos, ¡era Bellas Artes! Mi madre compró plumas en la tienda de regalos; mi hermana, un espejo de bolsillo y yo, una agenda preciosa, de pastas blancas y letras doradas, con fotos de detalles de Bellas Artes intercaladas en las páginas y lo mejor de la dichosa agenda es que no tiene fechas "fijas", ¡podré usarla más de un año sin problemas!

Domingo, 12:45 PM aproximadamente: Fuera de Bellas Artes, pasamos por la cerrada Alameda y el Hemiciclo a Juárez, que están en mantenimiento, viendo gente pasar en bicicletas y demás. Vamos rumbo al templo de San Hipólito (aunque en ese momento no me sabía el nombre) y vemos a lo lejos el Monumento a la Revolución.

Domingo, 1 PM aproximadamente: Llegamos al mentado templo, pero mi madre y mi hermana se quedaron con ganas de entrar, ¡estaba llenísimo! Para quien no sepa (como yo en ese momento), allí se honra a San Judas Tadeo y como en próximas fechas iba a ser su fiesta, la gente no dejaba de acudir. Mi madre y mi hermana se compraron figurillas del nombrado santo, y rezamos un rato antes de irnos. Y sí, otra vez solamente oí media misa. Soy mala católica, mala católica (Bell inclina la cabeza con vergüenza).

Domingo, 2 PM aproximadamente: Comiendo en un puesto cercano a la cerrada Alameda. la Bruja quiso un pambazo, pero ni se lo acabó (terminé comiéndome yo lo que dejó ella). Y lo que son las cosas, la Doña pidió pambazos para llevar... ¡hasta acá, a Aguas! Ya ven, la gente antojada... Y parándonos de allí, en un puesto cercano compré un puerquito de barro pintado a mano en tonos de rojo y rosa, hasta me dará pena romperlo cuando se llene (Bell hace una mueca).

Domingo, entre 2:10 y 2:30 PM: regresando por Juárez, aprovechando para entrar a la Librería Porrúa para comprar unas playeras geniales (una para mí y otra para mi hermana... oigan, creo que le regalé de más a la escuincla) y la tarjeta Amigo Porrúa, con la que me dan descuentos en mis compras (Bell salta de gusto). Y luego mi madre pasó a comprarse unos zapatos mientras yo me lancé a la Gandhi a comprar mi tarjeta de Página 1 (que me da puntos cada que compro, puntos que luego puedo gastar... ¿a que soy una biblio-friki-lo-que-sea? Déjenme ser...), aunque también allí hallé un libro que no creí ver en muchísimo tiempo (Laila Winter y el Corazón de las Sombras, la última parte de la saga, ¿no es genial?).

Domingo, entre 6 y 7 PM: Nos pasamos el resto de la tarde-noche en el hotel, descansando porque ¡dioses!, caminamos un montón. Avanzo con la lectura de Danza. Mi madre va por algo de comer-cenar (unos hot-dogs, si no mal recuerdo) y mientras uso a Stark para revisar correos y cosas así, mi madre se pone a ver el final de una telenovela... que termino viendo también, para qué finjo demencia. No estoy ciega, sorda ni nada de eso. Aunque ahora recuerdo que leía manga y trataba de acordarme qué quería escribir, pero claro, no avancé nada en mis fics, nada de nada.

Domingo, 8 PM aproximadamente: Mientras seguimos viendo TV, arreglamos maletas y demás. Que al día siguiente no queremos andar batallando.

Lunes, 0 AM aproximadamente: Mi hermana y yo nos pusimos a leer (ella un libro que mi madre recién había terminado y yo, más de Danza), por lo que nos acostamos tarde. Oigan, una no anda de vacaciones todos los días, y para lo emocionante que se estaba poniendo Danza... (Bell se muerde el labio al acordarse).

Lunes, entre 9:15 y 9:30 AM: Despertando, cambiándose y todo ese rollo. Había cosas que todavía no guardábamos y había que ordenarlo todo. Por cierto, que no me di cuenta en qué momento salió mi madre por el desayuno, que resultó ser pan dulce, tamales y atole de arroz. Por cierto, terminé tomándome el atole de mi hermana porque ella llenó con su tamal, ¿qué cosas, no?

Lunes, 11: 35 AM aproximadamente: Sigo leyendo Danza (aunque no lo crean) y mi hermana anda trenzando el pelo de la Doña, a la que le da un ataque de risa bastante raro. Terminé riéndome al oírla, pero nunca supe qué le causó tanta gracia.

Lunes, 12:30 PM aproximadamente: Hago mi última compra en el DF, una bolsa negra, gris y marrón para llevar a la oficina. Vamos, que casi no tengo bolsas y mi madre no dejaba de quejarse por tomar prestadas las suyas (Bell hace una mueca). Había mucho de dónde escoger, pero ese modelito me gustó, combina con casi todo.

Lunes, entre 1 y 2:30 PM: Vamos a donde se toma el autobús de vuelta, comemos algo, me tomo pastilla contra el mareo, sigo con Danza... Al menos no me aburrí, ¿eh?

Lunes, entre 3:20 y 3:30 PM: El autobús arranca finalmente y quien me leyera en Twitter, sabrá que andaba maldiciendo por algo de Danza, el cual todavía seguía leyendo.

Lunes, 7:20 aproximadamente: Había dormido un buen rato (o bueno, medio dormido), pero no pude volver a hacerlo porque nos pusieron Hombres de Negro 3 (o al menos creo que esa era la película), así que cuando la película se acabó, seguí con Danza, aunque casi no tuviera luz.

Lunes, 9 PM aproximadamente: La Doña finalmente se dignó a prestarme su lamparita de lectura y acabé Danza, aunque quedé en shock (Bell, hasta la fecha, sigue sin creerse ciertos detalles). Comenté por Twitter que había leído lo nuevo de HikaruWinter (autora de fics que recién encontré) y bueno... ¡Acabé Danza, maldición! Asimilar semejante final (la seudo-reseña sale mañana) no me dejaba volver a dormir, aunque lo intenté, pero eso se fue al diablo cuando pusieron en el autobús Soy Leyenda (con doblaje español, para acabarla).

Lunes, entre 10:30 y 11 PM: Llegamos a Aguas, nos bajamos del autobús, cargamos maletas y todo ese rollo, antes de irnos a casa.

Martes, 0 AM aproximadamente: Tenía encendida a Stark porque no tenía nada de sueño. Me puse a escribir la seudo-reseña de Danza, a releer los fics que sigo y actualizaron en mi ausencia... Cosas así.

Martes, 11 AM aproximadamente: Creo (no puedo asegurarlo) que desperté. Finalmente, un día de mis vacaciones que no me levantaban temprano. Pero despertando y debo buscar medicamento por todas partes (Bell sabe su cuento).

Martes, 12 PM aproximadamente: Revisando lo programado en el blog (la seudo-reseña y una entrada para mis otros desafíos lectores). Ah, y apoderándome del cable USB de la cámara de la Doña, para por fin mostrar al mundo que conocí a Nea.

Martes, 2 PM aproximadamente: Voy al banco. Sí, aprovecho para resolver cierto asunto que antes no podía por culpa de tener empleo (Bell sabe que eso suena raro, ignórenla si quieren).

Martes, 4:30 PM aproximadamente: Como los medicamentos apenas me hacían efecto, me fui a recostar cargando a Stark, para continuar con cierto procedimiento del banco, que por cierto, estuve a punto de mandar al diablo. Y empecé mi siguiente lectura, Oscuros. La trampa del amor.

Martes, 6:45 PM aproximadamente: Ya me sentía mejor, así que me puse a terminar una entrada del blog que salió ese mismo día (en honor al cumpleaños de Luna, ¿la recuerdan?), modifiqué la fecha de publicación de la seudo-reseña de Danza, me peleé con Word para editar un capi de un fic (fue LAV25, si no mal recuerdo, a publicarse el Halloween).

Martes, 7 PM aproximadamente: Renombrando las fotos del viaje, para subir unas pocas a Facebook... y restringidas, que de por sí no me gusta verme en fotos... (Bell se va a esconder a un rincón).

Martes, de 8 PM en adelante: Me puse a flojear vilmente. Logré publicar la entrada del blog en honor a Luna. Y me fui a dormir temprano.

Les advertí que iba para largo, ¿no? A diferencia de la bitácora del año pasado, esta vez son más días a describir y estoy casi segura que olvido algo, pero en fin, el punto es que finalmente tomé vacaciones en el trabajo, regresé con pilas para hacer varias cosillas que tenía pendientes y bueno...

Cuídense mucho y nos leemos en una bitácora para el siguiente año (espero).

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