miércoles, 10 de abril de 2013

Describiendo a... (XLV)

Título: Cazadores de Sombras. Los Orígenes 1. Ángel Mecánico (en el idioma original, The Infernal Devices #1: Clockwork Angel).

Autor: Cassandra Clare.

Sinopsis: Tessa Gray está dispuesta a encontrar a su hermano. Para ello, se dirige a Londres, donde será raptada por una organización secreta llamada el Club Pandemónium, y rescatada por los cazadores de sombras. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana (a través de Destino).

¿Qué les puedo decir? No iban a librarse tan fácil de Clare, al menos mientras yo no lo haga. Resulta que a la autora se le ocurrió sacar una precuela de su saga Cazadores de Sombras (las cuales se distinguen mejor por sus títulos en inglés, una es The Mortal Instruments y la que nos compete ahora, The Infernal Devices). Igual que su antecesora (o sucesora, en un momento sabrán por qué), los ejemplares los fui comprando uno a uno, aunque claro, de estos solamente hay dos publicados y uno en puerta. En fin, a lo que importa.

Se nos presenta un prólogo, el cual anuncia algo para ubicarnos espacial y temporalmente: Londres, abril de 1878. Nos sumergimos en lo que era la capital de Inglaterra en aquellos años de finales del siglo XIX, viendo cómo un chico parece bastante entretenido peleando... con algo que no es humano. Lo hiere, lo mata, se hiere él... Y todo para que el chico y un compañero encuentren a una pobre niña muerta, pero al parecer, no asesinada por la cosa que uno de ellos liquidó.

Después, nos topamos con Tessa, la protagonista, una chica que se ha quedado sola cuando murió la tía que  la criaba y cuyo hermano mayor, desde hacía un tiempo, vivía y trabajaba en Londres. Así, llega a la ciudad esperanzada con encontrarlo, cargando solo con unas pocas pertenencias, entre ellas un curioso dije mecánico en forma de ángel que nunca se quita. Pero al final, es recibida por unas personas algo sospechosas que dicen ir de parte de su hermano, lo cual le prueban con un par de cosillas. Tessa, aunque temerosa, se va con esas personas y allí empieza su desgracia.

Bueno, he de admitir que no sabía qué otra cosa podría mostrarnos Clare después del panorama en el que viven los cazadores de sombras en Manhattan. Sin embargo, además de situarse ahora en otra época y lugar (lo cual le da un aire refrescante a la trama), nos muestra a un nuevo elenco de personajes: algunos recuerdan a los ya conocidos (Jace, Alec, Clary, etc.) y otros, de hecho, salieron vivitos y coleando debido a su raza (cofmagnuscofcamillecof). Aunque admito que Tessa no me parece tan desesperante como Clary (a veces sí, pero no tanto), no esperaba hallarme a otro sarcástico exasperante (eh, Will, ahí te habla Bell...), aunque me alegró que el chico se llevara mal con cierta presumida (ejem, ejem, Jessamine). Ah, y me cayó bien Jem (aquí Bell se va al refugio anti-bombas con una sonrisa boba).

Lo más interesante del asunto es por qué Tessa es asediada, encerrada, maltratada y perseguida, una y otra vez. Es decir, parece que es solo una chica normal, una mundana, ¿pero será así? Y si no, ¿qué es realmente? ¿Alguno de sus nuevos conocidos le ayudará o no? ¿Y podrá averiguar lo que quiere saber antes del enésimo intento de captura?

En fin, yo me lanzo a averiguar algunas de las respuestas leyendo Príncipe Mecánico (la segunda entrega de esta saga-precuela) y, por si alguien vive en un refugio nuclear bajo tierra sin acceso a medios de comunicación (?), les diré que la tercera parte, Princesa Mecánica, está por publicarse este mes... en inglés. Quizá aparezca en español para cuando avance más con los pendientes y veré qué onda.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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