miércoles, 15 de enero de 2014

Describiendo a... (LXXIII)

Título: Once vidas (en el idioma original, Eleven).

Autor: Mark Watson.

Sinopsis: [...] Xavier Ireland, [...] por las noches regala sabias palabras a londinenses insomnes y [...] por el día es un ser solitario cuyo único amigo es el locutor que le acompaña en su programa, bienintencionado pero sin sentido del humor y tartamudo. Un día, un acto inconsecuente de Xavier desencadenará una serie de acontecimientos que transformarán la vida de once personas que nada tienen qué ver con él. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Roca Editorial de Libros, S.L.

¿Qué les puedo decir? El desafío "Lee tu nombre" lo tomé este año otra vez, por si nadie lo recuerda, con mi seudónimo en la red, el más largo y "oficial". Eso requería leer más de un título que comenzara con la letra "O". En mi camino se cruzó esta novela, no muy gruesa y de simpática portada, y pensé "vamos a ver de qué trata". Me lancé, esperando encontrarme... pues algo distinto a lo que hallé, pero... Bueno, pasemos a lo interesante y quizá me comprendan.

Xavier Ireland es un australiano que, sin buscarlo realmente, se vuelve la "estrella" de un programa radiofónico nocturno en Londres. Los desvelados que lo escuchan sonríen ante sus comentarios y algunos llaman o escriben relatando sus problemas, queriendo un consejo sincero. Pero nadie, ni siquiera su amigo y compañero de trabajo Murray, se imagina que en la vida real, Xavier está muy lejos de ser tan atento con la gente, sino que está muy cerca de ser una especie de ente que ocupa un espacio en la rutina cotidiana de los demás, pero sin ser él mismo demasiado interesante.

Al mismo tiempo que se avanza en las páginas, conocemos la vida de Xavier, lo que lo llevó a su estado actual, así como lo que algo aparentemente simple que él hizo (o mejor dicho, que él no hizo) derivó en cierta cadena de sucesos, en apariencia sin importancia, pero que poco a poco van afectando a personas que poco o nada tienen que ver con el mismo locutor, que a fin de cuentas, tiene una vida propia con la cual lidiar. Mientras se ve si Xavier logra superar aquello que lo dejó donde está o lo retiene allí, vemos igualmente hasta dónde llegan las consecuencias de esa "inacción" anterior suya, que a muchos quizá puede parecerles una exageración de la probabilidad, pero ¿quién somos nosotros para asegurarlo?

Inesperadamente, esta novela me hizo pensar en las consecuencias de lo que hace o deja de hacer cada quien. Cierto, quizá nunca se dé algo tan descabellado (o irónico, en cierto sentido) como la historia de Xavier, ¿pero de verdad será así? ¿Alguien se ha puesto a pensar en lo que puede causar hasta la decisión más pequeña que tomamos? Puede que no, la posibilidad de hacerlo, al meditarlo un poco, resulta abrumadora, pero por otra parte, si cada uno de nosotros pensara un poquito más a menudo en lo que ocurriría si hiciéramos tal o cual cosa, tal vez el mundo funcionaría un poco mejor.

Por otra parte, físicamente el libro no es muy grueso, pero llegó a cansarme un poco. ¿Por qué? Por ciertos fragmentos que se desviaban de la historia principal, que te dejan pensando "¿esto por qué lo está contado el autor?" o "no entiendo a qué quieren llegar aquí". Humildemente su servidora supone que quería enfatizar el aire descriptivo de semejante estilo, donde todo se da en una secuencia semejante a la caída de una hilera de fichas de dominó puestas de pie una tras la otra. En esos instantes, recordaba ligeramente Amélie, película francesa que me gusta (y es la adoración de Nea), pero esta novela en particular no tiene el mismo aire divertido del filme; al contrario, hay ciertos pasajes en los cuales sentía que iba a enfadarme o a deprimirme con tal o cual personaje. Suerte que eso no pasó a menudo.

Fuera de eso, y de las enormes ganas de zarandear a Watson por semejante final (Bell rueda los ojos, otro libro cuyo final a lo "Sexto Sentido" la hace desvariar), Once vidas no estuvo mal para pasar el rato. Pero solo para eso y para reflexionar un par de horas. Nada más.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

(Libro leído en 2013)

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