jueves, 17 de julio de 2014

Describiendo a... (e-XXVII)

Título: Refugio del viento (en el idioma original, Windhaven).

Autor: George R. R. Martin y Lisa Tuttle.

Sinopsis: Los habitantes de la colonia espacial establecida en Windhaven habían descubierto el secreto por el que suspiraron siempre los hombres, aquel que les permitía emular el vuelo de las águilas. Con la ayuda de una baja gravedad y una atmósfera densa, crearon alas a partir del metal de su nave abandonada. [...] Pero Maris de Amberly, cuyo único deseo era volar, desafió a los Alados y consiguió una alas…Y se encontró luchando no sólo por su propia supervivencia, sino por la conservación de Windhaven. (Extracto de la introducción).


Formato: Digital (epub).

¿Qué les puedo decir? No intenten acordarse si la imagen de este libro estuvo en "Lectura electrónica en curso" en el blog, porque no, no la llegué a poner, todo porque tanto esta lectura como la que le precedió (Tardes con Margueritte) las acabé relativamente rápido (una por corta, otra por interesante... Adivinen cuál es cuál). Entre eso y que volví a leer algo de míster Martin (oigan, Bell debe aliviar la espera de Vientos de Invierno de alguna forma...), pues vamos a ver qué encontramos.

En un mundo con mares infestados de monstruos e islas dispersas por doquier, habitado por la tripulación varada de una nave espacial, hay personas con unas consideraciones muy especiales: los alados, que poseen alas artificiales creadas con los restos de la nave con la cual los primeros humanos llegaron al planeta y con ellas, se convirtieron en los mensajeros oficiales entre las diversas poblaciones. En el prólogo de la historia, una chiquilla y su madre salen de madrugada a la playa para hacerse con cualquier cosa que después puedan vender o intercambiar, pero la niña se entretiene más de la cuenta observando a uno de esos alados llegar a la costa, con quien inesperadamente, intercambia algunas palabras, soñando lo que sería poder hacer lo mismo que él, volar por los cielos.

Ya en la historia propiamente dicha, la niña ha crecido y sí aprendió a volar, pues el alado de su infancia la adoptó, con el propósito de que sus alas quedaran "en familia", de acuerdo a la tradición. Sin embargo, como tuvo un hijo cuando ya creía que no sucedería, le dará las alas a éste cuando llegue a "la edad", mientras que Maris (su hija adoptiva) siente que le arrebatan lo que es legítimamente suyo, porque ella sabe algo de su hermano adoptivo que su padre no, pero eso no cambiará las cosas... a menos que haga algo al respecto.

En esta historia nos topamos con una civilización que, en cierto modo, ha regresado a prácticas pasadas de herencia, patriarcado y jerarquías. Maris, la protagonista, conoce bien las reglas por las que se rigen los alados, aquellos que a través de las generaciones, han poseído las grandiosas alas con las cuales son los mensajeros más seguros entre las islas. Ella misma se considera una alada, aunque no naciera en una familia de los mismos, ¿solo por eso debe dejar ir su sueño? ¿Habrá alguna forma de cambiar las cosas no solo para ella, sino para las generaciones futuras? ¿Qué será de esta sociedad si sus alados no hallan solución a los conflictos que surjan con la "revolución" que causa la situación de Maris?

Debo decir que míster Martin sigue siendo... pues muy él (?), con todo y que en este librito no solo él cuente la historia. Maris es una de esas protagonistas que inspiran a luchar por nuestros deseos, pero cuando le ocurre algo impensable, nos preguntamos qué le va a pasar a partir de ese momento (y ya saben que no se dirá qué onda, nada de spoilers). A pesar de todo, la historia no deja de tener una buena trama, perfecta para entretenerte un buen rato y para que tu cabeza practique eso de deducir qué es lo que ocurrirá.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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