~Entrada~
El
dragón de hielo
(George R. R. Martin)
[…]
Siempre recogía las sobras cuando su familia acababa de comer, las llevaba al
lugar secreto donde estaba construyendo su castillo y las esparcía allí. De
modo que los castillos que construía estaban llenos de reyes y cortesanos todos
los inviernos; pequeñas criaturas peludas que salían del bosque, pájaros
invernales con el plumaje blanco y cientos y cientos de lagartijas de hielo que
se retorcían y se movían con gran esfuerzo, frías, rápidas y gruesas. Adara
prefería las lagartijas de hielo a cualquiera de las mascotas que su familia
había tenido a lo largo de los años.
Pero
al que de verdad quería era al dragón de hielo.
~Plato Fuerte~
Nicolás
San Norte y la batalla contra el Rey de las Pesadillas
(William Joyce y Laura Geringer)
El
Ánima miró a Norte a los ojos. Avanzó alzando las monedas de oro. Después
alargó las dos manos… y miles de monedas se derramaron sobre el suelo. Tenía el
tesoro ahí mismo. Solo tenía que cogerlo. Realmente quería cogerlo. Pero Petrov
se irguió y golpeó el suelo con los cascos. De pronto, Norte pudo oír gritos
que venían del pueblo. Apartó los ojos del Ánima y el rugido del oso y los
gritos de pánico inundaron sus oídos. ¡Eran gritos de niños! Sonaba como si…
¡como si temieran por sus vidas! El sonido le llegó a Norte al alma: le llegó a
una parte del corazón que ni siquiera sabía que existía. Y por primera vez en
su vida, dio la espalda a un tesoro.
~Postre~
La
lección de August
(R. J. Palacio)
—¿Siempre
vas a tener ese aspecto, August? —susurró Jack —Quiero decir, ¿no puedes
hacerte una cirugía estética?
Sonreí
y me señalé la cara.
—Oye,
que este aspecto lo tengo gracias a la cirugía estética.
Jack
se dio una palmada en la frente y se puso a reír como un histérico.
—¡Deberías
demandar a tu médico! —contestó entre risas.
Los dos nos reímos tanto
que no pudimos parar ni siquiera cuando el señor Roche se acercó a nosotros y
nos obligó a cambiar de sitio con los niños que teníamos cada uno a nuestro
lado.
Con mis agradecimientos para Nea Poulain, por la idea para el ciclo de entradas "Tinta a la Carta".