Título: El jardín del dragón púrpura (en el idioma original, Garden of the Purple Dragon).
Autor: Carole Wilkinson.
Sinopsis: Ping cree que el cachorro de dragón está a salvo en el santuario de la montaña Tai Shan. Sin embargo, mientras su destino siga unido al tan ambicionado dragón, Ping siempre estará en peligro. Amigos y enemigos descubren el santuario casi al mismo tiempo, y Ping no sabe en quién confiar. Hua, su mascota, regresa con un aspecto casi irreconocible. El nigromante no renuncia a su despiadada persecusión para apoderarse del dragón. Y tendrá que encontrarse también con el emperador, a quien traicionó al ayudar a escapar al viejo Danzi. [...] (Extracto de la introducción).
Formato: Digital (epub).
¿Qué les puedo decir? La segunda parte de las aventuras de Ping tiene un inicio bastante curioso. Y un desarrollo que nos lleva a preguntarnos si de verdad la pobre niña podrá tener un final feliz o le sucederá algo más. Lo que termina por pasarle es digno de una historia de este tipo, llena de retazos de fantasía y de situaciones que apuntan a las intrigas palaciegas y a que no todo es tan hermoso como lo pintan.
El inicio de la aventura en turno ubica a Ping en un lugar sagrado de las montañas más importantes de China, oculta a los ojos del mundo, cuidando de un cachorro de dragón, quizá el último que queda en el mundo. La niña intenta hacer lo mejor que puede, por más que el dragón no parezca hacerle el más mínimo caso, hasta que cierto acontecimiento la acerca de nuevo a las personas y, más en concreto, a la vida que llevan el actual emperador y sus más allegados. Parece ser que, a ojos de este emperador, los dragones son muy valiosos, por lo cual le es agradable a Ping, que al fin encuentra un momento para preocuparse por sí misma, pero no tarda en sentir que, después de todo, ese camino no es del todo correcto e intentará enderezarlo por cualquier medio.
Al igual que su antecesora, El jardín del Dragón Púrpura me dejaba a ratos interesada, a ratos aburrida. Supongo que todo libro tiene esa peculiaridad, aunque para mí es signo de buena lectura si lo bueno termina pesando más que lo malo. Esta historia era simplemente interesante desde varios ángulos, sobre todo con los vistazos a la cultura china de la antigüedad que dejaba vislumbrar, que dicho sea de paso, a su servidora le encantaba, siendo como es aficionada a ciertos detalles orientales.
Con todo lo anterior, ¿creen que la conclusión de la trilogía, La luna del dragón, ya no tiene ninguna novedad? Yo que ustedes no me confiaba. Llegué a pensar algo parecido y me arrepentí. Ya se enterarán de qué hablo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2014)
El inicio de la aventura en turno ubica a Ping en un lugar sagrado de las montañas más importantes de China, oculta a los ojos del mundo, cuidando de un cachorro de dragón, quizá el último que queda en el mundo. La niña intenta hacer lo mejor que puede, por más que el dragón no parezca hacerle el más mínimo caso, hasta que cierto acontecimiento la acerca de nuevo a las personas y, más en concreto, a la vida que llevan el actual emperador y sus más allegados. Parece ser que, a ojos de este emperador, los dragones son muy valiosos, por lo cual le es agradable a Ping, que al fin encuentra un momento para preocuparse por sí misma, pero no tarda en sentir que, después de todo, ese camino no es del todo correcto e intentará enderezarlo por cualquier medio.
Al igual que su antecesora, El jardín del Dragón Púrpura me dejaba a ratos interesada, a ratos aburrida. Supongo que todo libro tiene esa peculiaridad, aunque para mí es signo de buena lectura si lo bueno termina pesando más que lo malo. Esta historia era simplemente interesante desde varios ángulos, sobre todo con los vistazos a la cultura china de la antigüedad que dejaba vislumbrar, que dicho sea de paso, a su servidora le encantaba, siendo como es aficionada a ciertos detalles orientales.
Con todo lo anterior, ¿creen que la conclusión de la trilogía, La luna del dragón, ya no tiene ninguna novedad? Yo que ustedes no me confiaba. Llegué a pensar algo parecido y me arrepentí. Ya se enterarán de qué hablo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
(Leído en 2014)
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