miércoles, 7 de octubre de 2015

Describiendo a... (CXXV)

Título: Juliet (en el idioma original, igual).

Autor: Anne Fortier.

Sinopsis: [...] Juliet y su hermana, huérfanas desde pequeñas, se han criado con su tía en Virginia. Cuando ésta muere, Juliet se ve obligada a viajar a Italia para saber qué se esconde tras la enigmática herencia que ha recibido de ella. Pronto descubre que en realidad es italiana y que, además, es descendiente de las personas en las que se inspiró Shakespeare para escribir Romeo y Julieta. Dispuesta a conocer la verdadera identidad de sus padres y los secretos que rodean sus respectivas muertes, Juliet se ve envuelta en una peligrosa trama que enfrenta a las dos familias más poderosas de Siena desde la Edad Media. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).

Editorial de mi ejemplar: Editorial Planeta Mexicana, S. A. de C. V.

¿Qué les puedo decir? Antes que alguien se lo pregunte: no, Romeo y Julieta no es mi obra favorita. Es más, nunca la he leído, ya que cuando tuve la ocasión para ello, en clase de Literatura Universal de la preparatoria, en vez de elegir esa historia de Shakespeare, me fui contra la corriente (es decir, contra la mayoría de mis compañeras) y abordé a Hamlet. Debido a las numerosas referencias que se hacen hoy en día de la obra, no me ha pasado por la cabeza conseguirme un ejemplar y conocerla, así que ¿por qué me llamó la atención una novela que se basaba, de una forma u otra, en unos versos que jamás leí? La respuesta es simple: a mí el romance y el misterio me pueden enganchar fácilmente. Y por eso, henos aquí.

Juliet Jacobs es una joven mujer que vive al día, con trabajos ocasionales en los que abundan los relacionados con Shakespeare y una de sus obras más famosas: Romeo y Julieta. Rose, la tía que las adoptó a ella y su hermana Janice a la muerte de sus padres, muere ya de mayor, revelándole que hay cierta herencia que le espera en el país donde nació, Italia. Así, enterándose de paso de su verdadero nombre (la versión italiana, Giulietta, y un apellido con mucha historia a cuestas), Juliet se decide por una vez tomar un riesgo más allá de la razón, yendo a aquel país que ya le regaló cierta experiencia desastrosa, esperando con ello vivir una aventura que, dicho sea de paso, le ayude a hallarle un rumbo a su vida.

En el camino de Juliet, se cruzan varios pintorescos personajes, la mayoría italianos, que nos van mostrando poco a poco la vida, las costumbres y las creencias de Siena, en las que la realidad y lo divino se entremezclan con resultados, en ocasiones, escalofriantes. Sin embargo, por más que Juliet no sea una de las protagonistas más listas del mundo (aunque tampoco está completamente indefensa), las cosas se desenmarañan en su muy incierto futuro, enlazándolo al de cierta persona de la antigüedad con la que parece compartir más que el nombre.

Si les digo la verdad, me gustan las historias que no solo se basan en amor incondicional, el cual de hecho no hay aquí en un principio. Todo empieza con una muy intrigante caza del tesoro y eso de resolver acertijos me gusta, aunque algunos fueran un poco más simplones que otros. En todo caso, aunque sentí que había ciertos puntos que quedaban en el misterio absoluto y otros cuantos que se resolvían de manera un tanto forzada, la historia general de Juliet entretiene, además de divertirte un poco con la idea de que hay más de una obra escrita de la antigüedad que quizá tenga bases más reales de las que una cree.

Para acabar, y siendo nota aparte: quiero zarandear a quien sea que se encargara de la impresión final de la novela, que ciertos dedazos y repetición de palabras durante la lectura me la echaban a perder por momentos. He dicho.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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