miércoles, 17 de febrero de 2016

Describiendo a... (CXXXVII)

Título: Flavia de los extraños talentos (en el idioma original, The Sweetness at the Bottom of the Pie: A Flavia de Luce Mystery).

Autor: Alan Bradley.

Sinopsis: El año es 1950. Imagínese una vieja casa de campo victoriana en algún lugar de Inglaterra. Imagínese a una niña que vive allí con una familia poco común. Se llama Flavia de Luce, tiene casi once años y un don para la química. Con una vida familiar de lo más complicada y una difícil relación con sus hermanas, Flavia es una niña solitaria y de extraños talentos que pasa las horas encerrada en el viejo laboratorio de la mansión familiar, su santuario privado. [...] No es de extrañar que, cuando aparece un cuerpo sin vida en el jardín de su casa, Flavia lo convierta en su próximo experimento científico, hasta que, para sorpresa de todos, la policía detiene a su padre como presunto culpable. [...] (Extracto de la contraportada de mi ejemplar).
Editorial de mi ejemplar: Planeta Internacional.

¿Qué les puedo decir? Otro libro del que me entero por medio de Nea. ¿Qué? ¿A estas alturas les extraña? Muy mal, queridos incautos, muy mal... (Bell rueda los ojos). Espero que no deseen quejarse por ello porque créanme, si no fuera por Nea, algunas de las lecturas más interesantes en las seudo-reseñas no estarían... pues en las seudo-reseñas (ahora Bell se parte de risa, ahuyentando lectores). En cuanto a la obtención de mi ejemplar, había salido con Mejor Amiga, ¡y lo vi en un tianguis de libros! Me tomó por sorpresa y no lo dejé escapar. Suerte que traía dinero en efectivo suficiente, no es como si allí aceptaran tarjetas (Bell vuelve a rodar los ojos, ahora por su mal intento de humor).

Corría la década de los cincuenta y el rey Jorge VI gobernaba Inglaterra. En el campo, se alzaba la extravagante casa de los De Luce, donde viven un hombre y sus tres hijas. La más pequeña de las chicas es Flavia, quien posee una curiosidad muy viva, fascinación por la química y una eterna rivalidad con sus hermanas mayores, que no parecen entenderla. Flavia tiene muy diversos pasatiempos en una casa que es grande y donde suele sentirse sola, por lo que cada pequeño cambio en su rutina es bienvenido. Solo que lo que interrumpe la rutina de pronto no es algo "pequeño", tomando en cuenta que es un cadáver. Un cadáver en su jardín de quien no se sabe la identidad y por el que su padre parece que pagará las consecuencias.

A medida que una se va adentrando en el ambiente y la historia de Flavia, una de las preguntas que más te haces es "¿cómo puede una niña de esa edad tener tal libertad de movimiento, en esa época?" La respuesta que encuentras se compone de varios factores, entre ellos un padre que solo vive para su pasatiempo (coleccionar sellos/timbres postales) desde la muerte de su esposa, un par de hermanas que apenas se fijan en ella y el vivir en una casa aislada a la que pocos se aventuran. Lo anterior y unas cuantas cosillas más son las que acaban por hacer que Flavia busque sus propias formas de pasar el día y además, conforme averigua quién es el difunto y sus circunstancias, que no tema el meterse en algunos líos con tal de llegar a donde desea.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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