jueves, 10 de noviembre de 2016

Describiendo a... (e-LXIX)

Título: Manos rojas (en el idioma origina, With Red Hands).

Autor: Stephen Woodworth.

Sinopsis: Durante años, Natalie Lindstrom formó parte de un grupo de investigadores de élite, el Cuerpo de Comunicaciones Ultraterrenas Norteamericano. [...] Pero todo eso ha quedado atrás. Cansada de la violencia, Natalie ha abandonado definitivamente el CCUN e intenta llevar una vida normal [...]. Hasta que llega el día en que un joven asesino en serie podría salir impune. [...]. Sus investigaciones la conducirán al corazón de su peor pesadilla. (Extracto de la introducción).

Formato: Digital (epub).

¿Qué les puedo decir? De no saber que Ojos violeta tenía una continuación, podría haberla dado por buena. Digo, había un par de detalles que me interesaba saber a futuro, pero no hubiera sido cuestión de vida o muerte. Sin embargo, Woodworth nos muestra la vida de la protagonista después del tortuoso caso que nos la dio a conocer, así que pensé que no podía perderme qué otra cosa podía ofrecernos.

En el universo de Woodworth, los violetas son aquellos cuyos ojos los identifican enseguida como gente que puede contactar con los muertos. Los gobiernos de los distintos países los tienen en la mira y siguen cuidadosamente su instrucción e inserción a la sociedad, siendo eso prácticamente una forma de controlarlos. Cuando Natalie, tras lo sucedido en Ojos violeta, decide dejar la organización estadounidense encargada de los violetas, ve difíciles las cosas casi siempre, aunque tenga razones para pelear. Todo parece complicársele cuando le piden ayuda para revisar un caso por asesinato pues, aunque todas las pruebas apuntan al culpable, las víctimas atestiguaron por intermedio de un violeta que dicho culpable no es tal. ¿Será cierto? ¿O acaso habrá detrás de eso algo más siniestro?

En este libro, vemos un poco más de la familia y el pasado de Natalie, del que solo hay vistazos en Ojos violeta. Así, vamos complementando cómo es la vida de una de estas personas especiales desde que son pequeños, porque como dije antes, el gobierno suele tenerlos identificados y trata de tenerlos bajo su tutela lo más que puede. Es parte de ese pasado el que parece regresar a atormentarla en este libro, aunque al principio no puede creerlo, pero tendrá que hacerlo por su propio bien y el de su familia... antes de que sea demasiado tarde.

Aquí se relatan cosas de forma un poco más cruda, lo que no es raro si por todas partes hay muertos de por medio. Así que ustedes sabrán si, habiendo leído Ojos violeta, se animaron a seguir con Manos rojas. He dicho.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.

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